30 abril 2007
BIO-ADSL
Desde hoy los hombres pueden estar orgullosos de las prestaciones de su
órgano genital. Obviamente no por una suerte de banal machismo. Pero saber
que el pene es muchísimo más eficiente que los más recientes inventos
tecnológicos, es motivo de satisfacción.
Quien sostiene esta extravagante y gratificante hipótesis es un oscuro
estudioso, quien se preocupa por demostrarla con incontestables cálculos
científicos en mano.
Ante todo hay que partir de algunas sumarias consideraciones de biología. El
genoma humano está formado por unas 3.120.000.000 parejas de adenina-timina
y guanina-citosina. Hay cuatro diferentes posibilidades de combinación, que
pueden ser representadas utilizando dos bits (00, 01, 10, 11). En un
espermatozoide está la mitad del genoma (la otra mitad es la del óvulo
femenino), es decir 1.560.000.000.
Durante una normal eyaculación se producen y envían millones de
espermatozoides. Considerando un valor bajísimo, pesimista, de 200.000
espermatozoides, el cálculo es simple: 1.560.000.000 x 2 bits x 200.000, de
lo cual resulta la fantástica cantidad de 624.000.000.000.000.000 de datos
o, dicho en otros términos... ¡78.000 Terabytes!
¿Y la amplitud de banda? ¡Simple! Tomando en cuenta que una eyaculación dura
alrededor de cinco segundos, basta hacer la división y se obtiene el
fantástico ancho de banda del pene: ¡15.600 Tbps! ¡Los más poderosos
backbones de Internet, con sus "miserables" 0,005 Tbps resultan literalmente
humillados!
Objeción: De los millones de espermatozoides, sólo uno alcanza "la meta" y,
por lo tanto, todos los otros deben ser considerados como "ruido" indeseable
y no deben entrar en el cálculo. Aun teniendo esto en cuenta, se obtiene la
exaltante velocidad de transmisión de... ¡78 Mbps! Algo que hace empalidecer
a las líneas dedicadas, el módem, la tercera generación ¡y probablemente
también la cuarta y la quinta!
Ciertamente habría que tener en cuenta todas las otras típicas
preocupaciones y mejoras que plantea la teoría de la información como, por
ejemplo, radio de acción, "throughput" o "tiempo de latencia".
En cuanto al radio de acción estamos mal. Una decena de centímetros (¡siendo
generosos!) es todo lo que un pene puede hacer. Respecto al "throughput"
estamos peor: una ADSL puede permanecer activa las 24 horas del día. Es muy
difícil que un pene pueda hacer lo mismo.
órgano genital. Obviamente no por una suerte de banal machismo. Pero saber
que el pene es muchísimo más eficiente que los más recientes inventos
tecnológicos, es motivo de satisfacción.
Quien sostiene esta extravagante y gratificante hipótesis es un oscuro
estudioso, quien se preocupa por demostrarla con incontestables cálculos
científicos en mano.
Ante todo hay que partir de algunas sumarias consideraciones de biología. El
genoma humano está formado por unas 3.120.000.000 parejas de adenina-timina
y guanina-citosina. Hay cuatro diferentes posibilidades de combinación, que
pueden ser representadas utilizando dos bits (00, 01, 10, 11). En un
espermatozoide está la mitad del genoma (la otra mitad es la del óvulo
femenino), es decir 1.560.000.000.
Durante una normal eyaculación se producen y envían millones de
espermatozoides. Considerando un valor bajísimo, pesimista, de 200.000
espermatozoides, el cálculo es simple: 1.560.000.000 x 2 bits x 200.000, de
lo cual resulta la fantástica cantidad de 624.000.000.000.000.000 de datos
o, dicho en otros términos... ¡78.000 Terabytes!
¿Y la amplitud de banda? ¡Simple! Tomando en cuenta que una eyaculación dura
alrededor de cinco segundos, basta hacer la división y se obtiene el
fantástico ancho de banda del pene: ¡15.600 Tbps! ¡Los más poderosos
backbones de Internet, con sus "miserables" 0,005 Tbps resultan literalmente
humillados!
Objeción: De los millones de espermatozoides, sólo uno alcanza "la meta" y,
por lo tanto, todos los otros deben ser considerados como "ruido" indeseable
y no deben entrar en el cálculo. Aun teniendo esto en cuenta, se obtiene la
exaltante velocidad de transmisión de... ¡78 Mbps! Algo que hace empalidecer
a las líneas dedicadas, el módem, la tercera generación ¡y probablemente
también la cuarta y la quinta!
Ciertamente habría que tener en cuenta todas las otras típicas
preocupaciones y mejoras que plantea la teoría de la información como, por
ejemplo, radio de acción, "throughput" o "tiempo de latencia".
En cuanto al radio de acción estamos mal. Una decena de centímetros (¡siendo
generosos!) es todo lo que un pene puede hacer. Respecto al "throughput"
estamos peor: una ADSL puede permanecer activa las 24 horas del día. Es muy
difícil que un pene pueda hacer lo mismo.